viernes, 16 de septiembre de 2011

Duerme tranquilamente que viene un sable

Tachones y más tachones para alcanzar ese orden deseado. Me quedé con ganas de saber cuál y por qué, pero esta vez fue a mí a quien pudo la desidia.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Desidia.
Me fascina esa palabra.
He sido desidiosa. En muchos casos, es mejor que la vida.

NO ME LLAMES ARTISTA dijo...

Me haces sonreir

Anónimo dijo...

Éso, me alegra.